Existen infinidad de variedades o razas de carpin en cautividad, pero en realidad, todos ellos pertenecen a la misma especie: Carassius auratus.
Al contrario de lo que se cree normalmente, los carassius son peces inteligentes, dóciles y sensibles que llegan a establecer vínculos con sus cuidadores humanos.
Su enorme resistencia a ambientes duros les ha hecho malvivir durante muchos años en las míticas peceras de bola con apenas 2 litros de agua.
La realidad es que estos peces necesitan grandes volúmenes de agua para vivir y desarrollarse sin problemas. El tanque mínimo para mantener una pareja de carpines es de 120 litros y con una buena superficie de contacto con el aire, huyendo de acuarios estrechos pero altos, siempre anchos y largos.